Estimada Mariply

Estimada Maripily, acabo de leer que ‘luego de una discusión’ en la cual intervino la seguridad del condominio donde vives, rompiste el noviazgo y ‘nuevamente te encuentras soltera’.

Amigaaaaa, yo sé que tú eres de las que piensa que no importa si hablan bien o mal de ti, después que hablen. Pero chica, pa’ mi que ya tanto papeloneo te tiene que hacer daño.

Presumo que estarás triste por esa ruptura luego de un compromiso que se anunció hace solo unas semanas con bombos y platillos tras una ‘espontánea y sorpresiva’ pedida de mano que incluyó drones, fotógrafos y posados perfectos para capturar cada detalle de ese momento ‘inesperado’.

Nadie estaría feliz bajo esas circunstancias, pero al menos así pautas una vez más en los medios, ai min, hasta yo estoy hablando de tí. Así que puej… ¿no todo está perdido? Meibi eso era lo que querías.

También te vi en estas semanas por una foto en que se te veían los pies sucios/manchados que circuló por los medios. Me rejodieron los comentarios pendéjamente misóginos que iban casi todos por la línea de que el novio te iba a dejar porque no sabías barrer ni mapear. La gente está del carajo.

Pero ná, tú te sigues apuntando pa’ eso así que te tiene que gustar la pendejá. Definitivamente tienes el cuero duro.

Admito que nunca he seguido de cerca tu ¿carrera? ¿trayectoria? ¿iniciativas empresariales? Bueno, lo que sea que haces pa’ ganarte el peso honestamente. De modelo a empresaria razonablemente exitosa pues no está mal.

Siempre he creído que tu personalidad tontita de airhead/mosquita muerta/femme fatale es una cuidada actuación porque entre uno y otro chiste a lo ‘ceasar salad’, te has mantenido vigente por casi treinta años y tenido negocios prósperos. Eso no es poca cosa.

Pa’ mi que tú no eres tan brutita ná.

Ahora amigaaaaaa… tenemos que hablar de esta obsesión con tener novio y casarte. Si mal no recuerdo, creo que ya son tres los trajes de novia que has tenido que regalar sin usar. Digo, si es que no los tienes embalsamados en el clóset todavía, tristes testigos de tus desamores.

¿Tú no crees que es hora de coger las cosas con calma? Darte tiempo. Abrazar la soltería sanadora. Dejar atrás esa jodienda cultural que nos han atosigado por ojo, boca y nariz de que una mujer para estar verdaderamente realizada tiene que ser no solo madre, sino también ‘esposa’.

Un poco de terapia no te vendría mal. Y te lo digo porque yo soy muy fan de la terapia. Si están los medios disponibles, todos deberíamos tener un terapista pa’ trabajar en eso de ser mejor ser humano y profundizar en la felicidad.

Entonces, y solo cuando el terapista te de el rilís, si todavía estás interesada en casamiento, te abres una cuenta de eHarmony o Hello Cupid pa’ que sea el algoritmo quien escoja novio por tí. Creo que te iría mejor que con las parejas que has escogido tú misma.

No sé, piénsalo. Mira, que tengo amigas que les ha ido super con los apps haciendo de celestina.

Nada, te dejo con mis 2¢: si estás triste por esta ruptura y no fue solo parte de un show, pues un abrazo solidario. El mal rato en privado está fuerte, pasarlo en público tiene que estar bien cabrón.

Espero que tú y cualquier otra lectora/o/e obsesionada/o/e con desfilar hacia el altar tomen una respiración profunda y se pregunten el porqué verdadero ante tanto empeño en vez de estar jodiendo al jevo/o/e con lo de ‘y el anillo pa’ cuando’.

Si no eres feliz soltera tampoco lo vas a ser ennoviada o ya con el anillo en el dedo y el papel firmado. Y de eso es que todo se trata en la vida, de tratar de ser lo más feliz que se pueda.

Además, la gente feliz jode menos (ni necesita tanta pauta).

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