Como tortuga bocarriba
No sé si fue que las navidades se me mezclaron con la visita de los nietos y las vacaciones corriditas después o si es la luna llena en Cáncer, pero me siento como si mañana fuese el primer lunes del año.
Amanecí con culillo. No sé de donde vino pero tengo ganas de salir más del búnker y hacer cosas nuevas o más de las cosas que me gustan pero que he dejado de hacer.… oquei… y las que debería hacer pero no hago también. Cositas como aprender a dibujar con stylus en el iPad (que no tengo) y volver a hacer ejercicios.
Bueno, enveldá enveldá no es que le tenga muchas ganas al ejercicio, porque cuando uno acomoda el culete por demasiado tiempo en el sofá a uno eso se le olvida que le gusta ejercitarse, pero es que me pasó algo que me hizo caer en cuenta (no, no fue mirarme en el espejo, aunque también) de que estoy bien fuera de forma.
Por poco quedo atrapada en un baño en el aeropuerto.
Yo ya había notado cuando los nietos vinieron que no me podía levantar del piso con tanta agilidad como antes y menos con uno de los muchchachitos en brazos. Pero no estaba pa’ darle muhas vueltas al asunto. Guardé ese pensamineto en el archivo ‘Not Nau, Leiter’.
Ya yéndonos de vaca, cuando fui a coger la mochila, la encontré pesaíta. Red Flag. Pero la mochila está grande y yo le meto como si fuera carry-on pa’ pasar par de días en caso de que la maleta no llegue, así que también se fue pa’l mismo archivo ‘Leiter’.
Pasamos dos semana de chou. Caminamos un montón, pero comimos como lechones y bebimos como pescaos. No me he pesado pero supungo que el resultado fue positivo, ‘bot not in a gud güei’.
La mañana del regreso cogimos el tren de Valencia a Madrid, conectamos al que nos lleva al aeropuerto, hacemos el check in y comienza la caminata… ¿por qué coño no hay un baño por todo esto?
Quienes no hayan pasado por el aeropuerto de Madrid solo necesitan saber una cosa: es grande con ganas y hay que caminar con cojones.
Nada, que finalmente veo un baño y voy directito pa’llá. Como mi vejiga funciona como si tuviese un ‘proximity switch’, la cosa se pone bien urgente en los últimos tres metros. Aprieto y avanzo. Llego.
Me siento en inodoro (GAD estab limpio) con la mochila puesta. Caigo sembrá con el peso de la mochila porque las piernas no me dan, pero eniguei, no había tiempo pa’ más ná.
Alivio total y sentido de ’acomplichment’ por haberlo logrado sin que ocurriera el liqueo que minutos antes parecía inevitable.
A mi piso pélvico todavía le queda. Parece que le queda más que a mis piernas. Ahí fue cuando la puerca entorchó el rabo.
No me podía levantar con la cabrona mochila en la espalda.
Yo -que en tiempos prepandémicos fui la canchanchana de los pilates, tenía el core peposo debajo de la capa de grasa que nunca se me fue y las piernas fuertes como pa’cer escuats de verdad- estaba atrapada en aquel cubículo estrecho como tortuga boca arriba. No podía ni girar lo suficiente como para quitarme la mochila.
Coñoooo… Yo me quería quedar en España, pero no bajo esas condiciones.
Pa’cabal de joder aquellas paredes de cristal glaceado no ofrecen suficiente fricción como para uno empujarse en ellas. El mal de risa tampoco ayudaba.
No les voy a dar el play-by-play, pero logré levantarme sin pedir ayuda. It wasn’t pretty but it worked.
Tuve que mover la pendejá de la condición física del archivo ‘Leiter’ al de ‘Eryent/Roch’.
Así que estoy aquí, en este dominguito sabroso, bebiendo café en mi patio, pensando en cual de los mil programas de ejercicios que tengo empezaré mañana y preguntándome si a los tenis de correminar le queda suficiente ‘carne’ como pa’ no tener que comprar unos nuevos.
No es que una tenga que estar buena pero coño, hay que dar la lucha por la vida independiente en la vejez desde ya.
Como si cuando en aquellos días de la juventud del ELA hubiésemos seguido luchando por crearnos un país sostenible y esforzarnos por educar a una ciudadanía comprometida con la patria, ahora no estaríamos inmóviles patas pa’rriba pensando que solo somos unas indefensas tortuguitas de tierra sin recordar recordar que somos Careyes majestuosos.