Macharranes comentando
De todos los comentarios que he leído sobre el asesinato de Iraida Hornedo y el suicidio de Diego Figueroa, hay uno que todavía tengo atravesado y tengo que escribir sobre él para ver si me exorciso el asunto lo suficiente como para poder disfrutar de un domingo de paz.
Cuando una piensa que hemos evolucionado como especie, que el ser humano ha alcanzando un nivel mas alto de espiritualidad y que la igualdad entre todas las personas es una meta alcanzable en la próxima generación. viene un cretino retrógrado como éste y escribe en las redes con los mismos deditos que usa para llevarse comida a la boca:
“Esos andaban en chillería y ahí están las consecuencias.”
Guatdafoc. Es que hasta dolor de pecho me ha dado. Es mucha con demasiada tela lo que ahí hay para cortar. Una no sabe ni por donde comenzar.
Mire me hermano, yo no voy a defender la chillería porque eso no es pa’ mi; yo tengo un acuerdo de monogamia con el socio y (hasta donde yo sepa) ambos lo hemos respetado. Pero tampoco pretendo tapar el cielo con la mano porque el adulterio es algo que existe desde que se inventaron el matrimonio. No es como para que a estas alturas nadie se esté desmayando ni prendiendo la hoguera pa’ quemar a la mujer adúltera.
Ya yo también soy lo suficientemente grandecita como pa’ saber que hay todo tipo de acuerdos de covivencia y fidelidad entre parejas. A quien le funcione las relaciones abiertas y el poliamor, pues que la pasen bonito siempre y cuando todas las partes envueltas sean adultos con capacidad de consentimiento y con conocimiento pleno de las circunstancias. Guarever.
Pero ninguna relación debe ni tiene que acabar en tragedia.
Yo no sé las circunstancias de Iraida Hornedo Camacho pero conozco suficientes mujeres de 58 años como para saber que a esa edad a una se le acaba la paciencia con las pendejadas de la vida, se harta de comer mierda y de conformarse con lo que sobra. Una en los cincuenta le da una mirada crítica a su vida y sabe que si una no hace algo, lo que sea, incluyendo mandar al carajo a unos cuantos, ese plato de arroz con culo es lo que una se va a comer todos los días por el resto de la vida.
Quizás Iraida dijo que no quería más y Diego Figueroa la mató por eso. La verdad es que nunca sabremos a ciencia cierta, especialmente dada la posición como líder gremial de Figueroa y el ‘spin’ mediático que se le está dando para minimizar los hechos, pero es que este libreto lo hemos visto montado para escena demasiadas veces como para no saber como termina la obra.
La pendejá es que en nuestra cultura machista, gente como el comentador piensa que es ‘normal’ que una relación amorosa de cualquier tipo -esposa, novia, amante o chinguin friend ocasional- termine con violencia. Esas son las personas que nos mantienen anclados en el mierdero.
Hombres -¡y mujeres!- como él piensan que es derecho intrínseco del macho poder putear como le venga en gana pero la mujer tiene que ser la puta exclusiva y de por vida de ‘su’ varón. ¡Nombe no! ¿Hasta cuándo?
Veo los hijos de mis amigas y tengo esperanzas, pero estoy clara de que esto no se resuelve como por arte de magia de una generación a otra. Es por eso que todos tenemos que poner nuestro granito de arena para críar varones que no apuesten su valía como hombres a la potencia de su pene y la posesión de una mujer, ni a niñas sin las herramientas necesarias para no quedar atrapadas en relaciones de co-dependencia.
Yo no sé cuantas veces he escrito ‘ni una más’ así que no lo haré. No me sale.
Es que mientras ni tan siquiera nos podamos poner de acuerdo para implantar un currículo en nuestras escuelas que apoye la igualdad, la inclusión y el respeto entre todos, aún sabiendo que la respuesta a esta crisis radica en la educación, no se lograrán avances en la lucha contra la violencia de género. Seguiremos perdiendo hermanas.
A la famila de Iraida Hornedo, un abrazo solidario. A la de Diego Figueroa, pues también; no puede estar facil ver como alguien que se supone pasó toda su vida defendiendo al prójimo y los derechos laborales de los policías, la haya terminado siendo un cobarde asesino.
Al que comentó dejando ver que tanto Hornedo como Figueroa ‘had it coming’ pues ojalá que no sea su pareja la próxima víctima porque así solo se expresa un victimario. Aunque presumo que pedirle introspección y auto analisis sería un ejercicio en futilidad.
Que la vida nos cuide de gente como él.