Esas ideas descabelladas

Cuando son los hijos quienes le dan lecciones a uno… ¡uff! Pa’ mi que esas valen triple. Sírvanse el café, que hoy es domingo y esto va pa’ largo.

(Spoiler alert: este post si que es emocional y no hay mandadas al carajo, brínquenlo si tienen prisa o andan en busca del hit de adrenalina o cortisol)

Hace como seis semanas mi hija me dice que tiene El Fó acechándola y que tiene que hacer ‘algo’ pa’ sacudirse de él. Yo le digo que cómo no va a estar apestaíta con un nene de tres años y otro todavía lactante, marido, perra, casa, trabajo full time, trabajo freelance, chivos, suegros, amigos y cuanta vaina aparece en el camino. Ella me dice que no, que es El Fó de Verdad.

Anda paaaaal ca•ra•jo. Aprieto el culo porque no hay de otra y me encomiendo al Universo.

Abro y cierro la boca veinte veces sin decir nada a ver si llega inspiración Divina. Pero solo respiro y escucho porque estoy tratando de solo dar opiniones de gratis por aquí y no abrumar a la gente en mi vida con ellas. (Que no está fácil porque yo peco de problem solving/life advisorism compulsivo.) Claro, admito que se me enfría el estómago enigüei, porque cuando El Fó de verdad se atraviesa en el camino, cualquier cosa puede pasar y a Dios que reparta suerte.

‘¿Y que piensas hacer?’ le pregunto (practicando eso de ser la madre madura, apacible y evolucionada que quiero ser cuando sea grande).

‘Peeeeeuuujjjjj…. ya hablamos… y… ehhh… (yo fibrilando porque mientras más puntos suspensivos en la conversación hay, pues más fuellllllte será el autcom)… no sé… (o sea, prepárate porque lo que viene es serio)… vamos a vender la casa, comprarnos un trailer e irnos de road trip por un año’.

Ooooookayyyy… yo exhalo. Al menos no hay abogados envueltos… uff… inhalo… y todo lo de capricorniana con ascendente en tauro me sale a flote y tengo el listado de las 1,001 razones por las cuales esto es imposible más rápido de lo que Scherezade tardaba en poner el Rey a dormir… pero me las callo y exhalo porque quiero ser solidaria, incondicional y vanguardista.

Aunque admito que eso de tratar de no irme al modo overdrive ni a anticipar catástrofes no está facil así que sigo tratando de inhalar, procesar y exhalar entre cada pregunta ‘guat abaut…’

Nada… démosle fastforguar al asunto y el viernes se cerró la venta de la casa, ya se mudaron al trailer y esta semana entrante arrancan con su aventura por las cuatro esquinas de los yunaitet-teits.

Yo de todo esto aprendí mucho más de 2¢, trataré de resumirlos y zumbarlos pa’lante: Hay veces que uno le pide al Universo soluciones al problema que se tiene entre manos y cuando le vienen a la mente soluciones ‘locas’ uno tiende a ser bien rapidito descartándolas como ‘imposibles’, cuando es la Divinidad quien te las susurra al oído.

(Si alguien conoce Un Curso de Milagros, pues, eso.)

La vida es demasiado corta como para resignarse a vivirla en tonos de gris y sin atreverse a romperlo todo para liberarse de esa prisión en la que nos hemos metido nosotros mismos.

Hay que atreverse. Y si toca volver a empezar desde cero, pues desde ahí se empieza después de haberse zumbado hasta con los tenis puestos.

Yo no sé como le vaya a salir esto a mi hija, pero sí sé que ella está dando un salto de fé y rehusándose a vivir una vida ‘chiquita’ y encajonada según las reglas y los sueños de otros. Uno no puede quedar indiferente ante tanta valentía y solo le queda a uno seguir su ejemplo, soltar y confiar.

Nada eso, los invito a que se den la oportunidad de considerar al menos por un imstante santo todas esas ideas locas.

Que tengan todos un maravilloso, empoderado, visionario y bendecido domingo. ¡Gracias por leerme!

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