Al cura de la boda D’Ella
Querido Padre Willy, sírvase un café porque me gustaría discutir unas cuantas cositas con usted.
Le cuento, yo me crié no tan solo yendo a misa varias veces en semana y estudiando en colegios parroquiales, sino también con todo lo social girando alrededor de la iglesia.
Los Caballeros de Colón, las Damas Colombinas, las Hijas Católicas de América, la Cofradía del Sagrado Corazón, el círculo de oración, el comité de esto, la junta de lo otro…. mis abuelos pertenecían a TODO y a todo me llevaban arrastrada. No me pude zapatear ni cuando estuve mayor porque cuando empecé a guiar me tocó llevar a mi abuela a cuanto embeleco se apuntaba. Que no eran pocos.
Ya para entonces me quedaba claro que yo no me encontraba a mi misma dentro de la doctrina ni de la tradición así que dejé de definirme como católica. Primero pasé a ‘católica no practicante’ y ya después ni eso.
No me fui enemistada con la institución, quizás por eso es que quiero compartir unos ‘pointers’ con usted después de escuchar (y re-escuchar) su sermón en la boda de Jenniffer.
Verdad, pa’ que le vaya mejor en la próxima. Digo, si es que en su mente patriarcalizada hay espacio para eso.
Este fue un sermón importante para usted como predicador y evangelizador, una ocasión poco frecuente donde muchísima gente farandulera no católica lo iba a escuchar. Presumo que escribió el sermón con cuidado y lo ensayó como haría cualquier buen orador, por eso supongo entonces que todo lo que dijo fue intencionado y sin improvisación.
Lamento decirle que se le fue la guagua. ¿Gatdafoc?
Primero, eso de que el amor no se puede hacer, uff. El amor se hace todos los días cuando con nuestras acciones demostramos que no solo es un nombre sino tambien un verbo. Hacer el amor es lavantarse de madrugada a preparar almuerzos, es llevar a los viejitos a citas médicas y también dejar los juicios a un lado para ser inclusivo con las comunidades excluídas.
Quizás a esas comunidades son a quienes usted se refereía con lo de las insunuaciones de la gente y los medios. No sé, pero pa’ mi que la iglesia quizás debería ‘hacer el amor’ un poquito más en vez de solo predicar sobre él.
Segundo, no se cual sea su preparación académica porque google no me lo dice, pero cuando usted dijo que está ayudando psiquiátricamente a una persona de su congregación para manejar la pérdida de su pareja, se me levantaron todas las banderas. Mire, usted estará capacitado como consejero y guía espiritual, quizás hasta como terapista, pero a menos de que su título incluya ‘MD’ usted no puede ofrecerle ayuda psiquiátrica a NADIE.
Stay in your lane! Ya bastantes impostores de la salud mental tenemos.
Tercero, ni me voy a meter en lo de matrimonio hombre/mujer porque pues, ¿pa qué? Pero si con lo de que una mujer nunca va a ser más feliz ni a estar más realizada que cuando está embarazada… Padreeee… WTF. Ahí hay tanta tela pa’ cortar que ni con otro milagro como el de las boda de Canaan nos daría el vino.
Solo le digo que fue una falta de respeto a la vida de las mujeres célibes que se han dedicado a la iglesia y a todas las que han querido ser madres y no han podido ya sea por razones biológicas o por no permitirles concebir fuera de un matrimonio consagrado por la iglesia.
Hint: Una mujer precisamente como la que tenía de frente cuyas posibilidades de quedar embarazada sin asistencia médica (marginalmente permitida por la iglesia) a sus 46 años, son limitadas.
Lo de los viejitos viviendo el amor sin sexo, casi casi hubiese quedado bonito si la pareja a quien estaba casando no estuviese rodeada de rumores que precisamente aluden a que la suya será una unión célibe. Not a cool move.
Por último, el WTF triunfante del día entre muchos momentos alucinantes: lo de la botella de coca-cola y la lata.
Hasta yo perdí la tabla.
¿En foquin serio? ¿Cuán enajenado se puede estar? ¿Fue que usted miró pero jamás vio a las dos personas que tenía sentadas frente a usted? Porque con un poquito de sensibilidad y empatía se hubiese dado cuenta de que ambos ya son latas bien encaminadas a ser botellones de padrino.
Usted le viene con eso a una mujer que ya ha sido ridiculizada por su físico (¡por su trabajo como política mediocre y chanchullera son otros $20!). Wow. A mi me dejó sin palabras pero a los memeros le dio comida pa’ buen rato.
Me quedo con mis 2¢, allá su congregación que le den los suyos.
Solo le digo para terminar que la única forma de que la iglesia católica sobreviva al éxodo de mi generación y las subsiguientes es actualizándose y atemperándose a los tiempos.
El sermón del sábado no aportó a eso.
Pero bueno, lo de cruzar líneas generacionales háblelo con el Monseñor Roberto. Él osó romper filas para decir algo positivo de Bad Bunny y salió trasquila’o; debe tener el tema fresqucito.